Vistas de página en total

domingo, 3 de octubre de 2010

Pudiente Dolor

Queria dedicar este escrito a Joana Moreno, dulce compañera de clase en momentos de dolor. Un saludo.
Hilos de sangre rojiza,
Azul para reyes.
La triste cara de la vida, el rostro frio del ayer.
Posesora mente que nos puede manipular,
Ambiciosa culpa que nos puede matar.
Latente cuerpo, corazón ensangrentado.
En mi ataúd hay dos rosas:
Una de testigo y la otra es de arrepentimiento.
En mi copa hay sangre, la bebo cada noche.
Incluso siento la brisa del aire; cálida, sumamente cálida,
Rociada por gotitas de amargura.
La ambición del hombre es tan potente, que ni la propia vida puede con ella.
En mi ataúd hay dos rosas:
Una es testigo de mi amor y la otra es una maldición.
¡Maldita lujuria! ¡Maldito tiempo atento!
¡Inocua piedad! Pues mi tiempo no es para matar.
Inope lágrima cayendo por mi rostro,
Amancillo esta historia con este cuerpo lastre,
Y con el peso de mi alma; fundo un adiós,
Para aquellos oídos sordos y mentes cortas:
Este es el escrito de mi corazón,
Nunca será una historia, un poema o una canción…

Morgana LeFay 2008


No hay comentarios:

Publicar un comentario